miércoles, 18 de noviembre de 2009

Comparto alginas notas de un viejo diario.

Que sirva para la reflexión. Aclaro que no me queda claro la fecha en que escribí este fragmento de mi diario, dense la oportunidad de leerlo y meditar un poco.

...continuo el diario con lo que el fin de éste día he estado pensando: mi madre. La extraño demasiado. Pienso en ella de manera recurrente ya que busco con ello inyectarme de entusiasmo para actuar con fortaleza ante la vida. También porque tomo como parámetro de mis acciones el tributo de mis resultados a ella. Debo confesar que a veces tengo la sensación de que no soy demasiado exigente, honesto y disciplinado en dicho ejercicio ritualista. Esa es la constante, el común denominador de lo que sospecho originan "mis errores".

A veces me quejo de la falta de tiempo: sinceramente sucede que no soy muy eficiente. Madrugo ¿Para qué? El día empieza demasiado temprano no sólo para "aprovechar el tiempo", sino para caer en un estado de contemplación, claro está, acompañado de un buen café.

Empiezo a reflexionar sobre el camino que recorro en mi devenir existencial. Se me acabó el tiempo...

Aquí termina el fragmento.

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